La excelencia operativa es el motor que transforma los costos en oportunidades y fortalece la resiliencia empresarial en sectores como banca, seguros y sector público. Sin embargo, en el camino hacia la excelencia, las organizaciones suelen enfrentar obstáculos que, si no se identifican y corrigen, limitan el potencial de sus equipos y pueden tener un impacto relevante en la rentabilidad del negocio. En este artículo, exploramos cinco errores frecuentes y cómo evitarlos para convertir la eficiencia en una ventaja competitiva sostenible.
1. Subestimar la gestión del talento digital
En la era digital, el talento especializado es el motor de la transformación operativa. Sin embargo, muchas organizaciones no invierten lo suficiente en programas de capacitación continua y adaptación tecnológica. Según CGS Immersive, el 52% de las empresas reportan dificultades para encontrar profesionales con habilidades en inteligencia artificial y nuevas tecnologías, y el 55% considera prioritario implementar programas de desarrollo para su fuerza laboral.
¿Cómo evitarlo?
Implementa estrategias de upskilling y reskilling, y colabora con proveedores certificados que garanticen la actualización constante de tu equipo. La formación continua y la integración de talento especializado permiten responder ágilmente a los retos tecnológicos y de negocio.
2. Descuidar la alineación entre tecnología y estrategia de negocio
Un error común es invertir en tecnología sin asegurar que esté alineada con los objetivos estratégicos. De acuerdo con Deloitte, en 2024 solo el 18% de las empresas ven la transformación digital como una reinvención radical del negocio, mientras que la mayoría busca optimizar procesos existentes y obtener resultados concretos. La falta de alineación puede generar inversiones poco rentables y proyectos desconectados de la realidad operativa.
¿Cómo evitarlo?
Establece indicadores claros que vinculen cada iniciativa tecnológica con resultados de negocio medibles, como eficiencia, satisfacción del cliente o reducción de costos. Revisa periódicamente el impacto de la tecnología y ajusta la estrategia según los resultados.
3. Ignorar el impacto de la deuda técnica
La deuda técnica -acumulación de tareas pendientes o soluciones temporales en el desarrollo de software- puede frenar la innovación y aumentar los costos operativos a largo plazo. Muchas empresas priorizan la entrega rápida sobre la calidad, lo que genera sistemas difíciles de mantener y escalar.
¿Cómo evitarlo?
Adopta metodologías ágiles y fomenta revisiones periódicas del código y la arquitectura de tus sistemas. Invertir en calidad desde el inicio reduce la deuda técnica y mejora la capacidad de adaptación ante cambios futuros.
4. Falta de procesos de onboarding efectivos
La integración deficiente de nuevos colaboradores o tecnologías impacta negativamente la productividad y la satisfacción. Un onboarding ágil y bien estructurado acelera el aporte de valor del talento y facilita la adopción de nuevas herramientas digitales.
¿Cómo evitarlo?
Diseña procesos de onboarding personalizados, con metas claras para los primeros 90 días y acceso inmediato a las herramientas necesarias. El acompañamiento y la retroalimentación continua son clave para una integración exitosa.
5. No medir ni optimizar la experiencia del cliente interno y externo
En 2025, el 55% de las empresas identifica la experiencia del cliente como un área clave para incrementar su competitividad. Sin embargo, muchas organizaciones no recogen ni analizan datos sobre la satisfacción de sus clientes internos (colaboradores) y externos, perdiendo oportunidades de mejora.
¿Cómo evitarlo?
Implementa sistemas de feedback continuo y utiliza analytics para identificar áreas de oportunidad. Optimizar la experiencia del cliente no solo mejora la retención, sino que también impulsa la eficiencia operativa y la innovación.
Conclusión
La excelencia operativa no es un destino, sino un proceso de mejora continua donde el talento, la tecnología y la estrategia deben estar perfectamente alineados. Evitar estos cinco errores permitirá a tu organización transformar los costos en oportunidades, incrementar la competitividad y consolidar una cultura de innovación y resiliencia.