La sostenibilidad empresarial ha dejado de ser una tendencia para convertirse en un imperativo estratégico, especialmente para CIOs, CEOs, CFOs y líderes de TI en grandes empresas que buscan fortalecer su competitividad y resiliencia. La integración de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la estrategia corporativa no solo responde a exigencias regulatorias, sino que también genera ventajas tangibles en eficiencia, atracción de talento y reputación.
La digitalización y la sostenibilidad avanzan en paralelo, transformando modelos de negocio y cadenas de valor. Las empresas que logran alinear sus procesos digitales con objetivos de sostenibilidad reportan mejoras en eficiencia, reducción de costos y mayor satisfacción del talento especializado. Según el Foro Económico Mundial, la transformación digital y la sostenibilidad deben abordarse conjuntamente para rediseñar sistemas y procesos, permitiendo a las organizaciones adaptarse ágilmente a las demandas del mercado y a los retos ambientales.
La demanda global de talento con habilidades verdes creció 11.6% entre 2023 y 2024, mientras que la oferta solo aumentó 5.6%. Esto significa que, para 2030, uno de cada cinco empleos podría carecer de la experiencia verde necesaria, lo que subraya la urgencia de desarrollar y atraer talento alineado con objetivos ESG.
El 67% de las empresas incorporó personal ESG de tiempo completo en 2023 para gestionar iniciativas de sostenibilidad, en contraste con la dependencia previa de consultores externos. Esto refleja una profesionalización interna de la sostenibilidad y la necesidad de capacidades digitales especializadas para cumplir metas ambientales y sociales.
Reducción de costos operativos mediante eficiencia energética y optimización de recursos.
Mayor atracción y retención de talento, especialmente de generaciones jóvenes que priorizan empleadores con propósito y responsabilidad social.
Incremento en la reputación corporativa y preferencia de clientes e inversionistas.
Cumplimiento normativo y mitigación de riesgos legales y reputacionales.
Establece metas específicas de sostenibilidad (por ejemplo, reducción de emisiones, eficiencia en consumo de recursos o mejora en la diversidad e inclusión) que estén integradas en la estrategia general de la organización y sean medibles.
Realiza una evaluación de prácticas actuales, identifica brechas y oportunidades de mejora. Utiliza herramientas digitales para recopilar y analizar datos sobre consumo energético, emisiones y desempeño social.
Define indicadores clave (KPIs), plazos y responsables para cada iniciativa. Considera la adopción de modelos GreenOps para aplicar principios Lean y automatización que impulsen eficiencia y sostenibilidad simultáneamente.
La formación continua y la capacitación en habilidades verdes son esenciales. Empresas líderes están invirtiendo en academias internas de sostenibilidad y colaborando con universidades para crear una cantera de talento ESG.
Aprovecha la nube y la inteligencia artificial para optimizar el uso de recursos, mejorar la trazabilidad y facilitar la medición de impacto ambiental. La digitalización permite escalar buenas prácticas y responder ágilmente a los cambios regulatorios y de mercado.
Mantén una comunicación transparente y constante con empleados, clientes, proveedores e inversionistas sobre los avances y retos de la estrategia de sostenibilidad. Promueve una cultura organizacional orientada al propósito y la innovación.
Implementa sistemas de monitoreo y reporte de progreso, ajustando la estrategia conforme evolucionan los objetivos del negocio y las expectativas del entorno. La mejora continua es clave para sostener el impacto y la relevancia de la estrategia.
“ESG debe evolucionar más allá del branding. Lo que se necesita es una recalibración profunda... atando la sostenibilidad de manera convincente a los resultados de negocio: innovación, talento y resiliencia.”
— Ioannis Ioannou, London Business School
Implementar una estrategia sostenible exitosa requiere liderazgo, visión y disciplina en la ejecución. La clave está en integrar la sostenibilidad como un pilar transversal del negocio, apoyándose en Talento TI Especializado, digitalización y una cultura de mejora continua. Las empresas que lo logran no solo cumplen con la regulación, sino que se posicionan como referentes de innovación, resiliencia y valor social.