En el contexto actual, la excelencia operativa ha dejado de ser una aspiración para convertirse en el nuevo imperativo empresarial, especialmente para empresas medianas y grandes de sectores como banca, seguros y sector público. La presión por optimizar costos, elevar la experiencia del cliente y adaptarse a la transformación digital exige a los CIOs y líderes de TI un enfoque renovado y sistemático en la gestión de operaciones.
La excelencia operativa se define como el marco que permite a las organizaciones ejecutar su estrategia mejor que sus competidores, a través de procesos eficientes, una cultura de mejora continua y la capacidad de innovar y adaptarse rápidamente. Este enfoque no solo busca la eficiencia, sino que transforma los costos en oportunidades de crecimiento y diferenciación.
“La excelencia operacional es un sistema motor cuyo objetivo es obtener los mejores resultados. Se trata de una utilidad clave para los gestores de las empresas. Es esencial porque se encarga de administrar y conseguir los resultados, y porque organiza muchas de las disciplinas de la empresa para que esos resultados sean posibles.”
El entorno 2025 está marcado por la incertidumbre económica, la aceleración tecnológica y la necesidad de resiliencia organizacional. Los principales retos para alcanzar la excelencia operativa incluyen:
La excelencia operativa, por tanto, es mucho más que eficiencia: es la capacidad de transformar la gestión diaria en una ventaja competitiva sostenible, creando organizaciones ágiles, resilientes y preparadas para el futuro.